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martes, 2 de noviembre de 2010

El café del Tio Manolín (2)

En el primer tercio del S. XX mi abuelo “Caño” Ignacio Gil Esteruelas, regentaba un café en la Plaza, concretamente en la casa donde ahora vive la viuda de José Nogueras “El Verde”. Al parecer, se llevaban a cabo grandes timbas y algunos vecinos se jugaban a “la banca” importantes sumas de dinero e, incluso, la hacienda.

Por aquel entonces abrió también Manuel Lázaro “El Tio Manolín” el café que nos ocupa. Mi abuelo, de tradición labradora, dejó la “hostelería” -porexigencias del casero- y llegó a un acuerdo comercial con el abuelo de Pablo para trasvasarle enseres y muebles que se ubicaron en el café hasta su desaparición –todavía queda algo de este mobiliario-. Más tarde se abrió un nuevo café en la calle Baja, a cargo de Julián, el padre de Melchorín y una cantina frente al bar de Manolín regentada por la tia Ana María, la madre del Emilete, Simón, Consuelo y Faustino. Allí paraba mi tío “Cardelín” –Justo, hermano de mi abuelo Juan- cuando bajaba de Urrea con su motico a echar unos chatos. Yo estaba al acecho de estas llegadas de mi tío por que el “Kas” de naranja estaba asegurado. La cantina tuvo dos ubicaciones en el bajo de la casa. Luego se transformó en el “SPAR”.

Como ya explica Benito Sebastián en su libro, en el salón de arriba del café se celebraban los convites de las bodas. Mi tía Carmen, la madre de Marín, y mis padres no fueron ajenos a estos eventos y en los dos enlaces hubo la misma comida: arroz, pollo y cordero, postres y café, copas y puro.

En el salón de abajo estuvo funcionando durante bastante tiempo el cine parroquial, cuando el cura era mosén José Mª Andréu. Mi padre era el encargado de las proyecciones y de aguantar, con no muy buen genio –muy propio de él- las pitadas y abucheos de los asistentes cuando había algún corte. Recuerdo alguna película de romanos, del oeste, de “El Gordo y el Flaco”, de Abbott y Costello, de Joselito, de santos y santas, de toreros…pero, una cinta que me impactó y provocó terror fue el musical “Los 5000 dedos del Dr. T”. Las “butacas” eran bancos tipo iglesia con una numeración –en la Peña “La Güitrera utilizamos uno en la sala comedor-.

Este salón también se utilizó para otras actividades, incluidas las de baile, que, por seguridad, se habían trasladado de la zona superior.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y en la boda de los padres de Juan Ignacio Dominguez hubo tanta comida que numerosas torteras de arroz completas sirvieron de festín en la puerta de la iglesia al atardecer para gente que no habían sido convidados en el casamiento. Hay que decir que el hermano de la novia, Luis Gil "El Caño" era una persona sumamente generosa y divertida.

Anónimo dijo...

Tambien existió en la plaza, en lo que hoy es el solar, una cantina frecuentada asiduamente por el tio Curro, el tio Andorro. el tio Fumarreta, el tio Caico, el tio Vaca........ que con un zoquete pan, unas olivas negras (cuando las habia) el porron de vino tinto de cosechero y todo ello compartido con buen humor pasaban las tardes sobretodo de invierno.



el Tio