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sábado, 28 de diciembre de 2013

BARDALLUR (DÍA 2)



Día 27.-

Me levanto sobre las ocho. Desayuno y me pongo a trastear con el ordenador. De nuevo intento que funcione el pen, lo hace, pero es tan lento que abandono. Me ducho y me voy a Alagón a comprar cuatro cosas: borrajicas, unas codornices para la plancha, aceite…Compro lotería, que en  esa administración ha tocado en alguna ocasión el Niño. Me tomo un tinto y un pincho y me vuelvo al pueblo. Cuando llego, ya se ha levantado Nacho. Él se pone a hacer sus cosas y yo, sobre las 12, me voy al bar Laura. Saludo al Pocho y al Miguel, que estaban con Medrano y me pongo a hacer el fácil crucigrama del Heraldo. Poco a poco va llegando gente: Manolo Careto, el Burrito, el Polito, mi hermano Fernando y Santos el de Urrea. Pasan mi prima Pilar con su hija y su preciosa nieta y salgo a saludarlas. Vuelta al bar. La gente se va retirando para comer –se sigue la tradición de comer a la 1- y van llegando los que ya han comido a tomar café y jugar al guiñote. De la cuadrilla sólo quedamos Santos y yo. Nos tomamos la penúltima y a casa, a comer. Hago una ensalada y para Nacho un churrasco de pollo y para mí, las codornices, todo a la plancha –me comí solo una-. Tras la ingesta, me tumbo un rato en la cama para que descansaran mis frágiles piernas. Sobre las 5 me voy de nuevo al bar con objeto de utilizar el wi-fi. Tras varios intentos –la contraseña es larga y complicada- lo logro y me pongo a publicar las entradas de ayer. Voy a casa a soltar los tiestos y me bajo a la peña para ir preparando el rancho que íbamos a engullir sobre las 9. Van llegando “güitres”: Luis Ángel y Hortensia, mi hermano Joaquín y mi cuñada Pili, Angelines y mi primo J.A. Marín, Fina, Mª Mar y José, la Horten, que se había ido a su casa a hacer buñuelos, Naxo y, por último  Lola y Pablo. Angelines hace las ensaladas y, tras haber reposado más de media hora, llega el plato estrella: el rancho. Está muy bueno, acompañado de cava aragonés y vino tinto de la misma procedencia.. Van saliendo más fuentes. Ya no podemos más. Ahora llega el postre: buñuelos con chocolate. Yo sólo pruebo un buñuelo con un chupito de vodka. Un gin tonic y a casa. Hasta mañana.

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