BLOG DIVULGATIVO

domingo, 29 de diciembre de 2013

BARDALLUR (DÍA 3)



Día 28.-
Ha amanecido con llovizna y  la temperatura, de momento, no es fría. Estoy esperando a que mi hijo se duche para ir a Zaragoza, entre otras cosas a ver a mi tía Carmen y a mi prima, que está con ella hasta el domingo. Creo que comeremos en un japo que hay en la calle Alfonso para que Nacho se aclimate a la nueva vida que llevará a partir del día 2 de enero en Tokio. Va a estar, como mínimo,  6 meses perfeccionando el idioma y estudiando las posibilidades laborales que le ofrecen los nipones. Una aventura, otro emigrante cualificado más que tiene que salir a buscarse las habichuelas. Asco de país que nos están dejando estos mediocres políticos que nos ha tocado vivir. Van a ser las 11 y salimos hacia la capi. Me encanta Zaragoza.
Hemos llegado al parkin de la plaza del Carbón sobre las 11:35. Nos hemos dirigido por la calle Cinco Marzo hacia San Miguel e Isaac Peral. Íbamos buscando zapaterías. Naxo necesitaba unas botas para su larga estancia en el país del sol naciente. Por fin hemos encontrado unas de su gusto –y del mío- en un establecimiento llamado Pablo Ochoa. Luego hemos estado en el C&A a comprar unas camisetas y, de allí, hemos ido hacia El Pilar por la calle Alfonso. Nos hemos tomado un aperitivo en “El Real” y hemos visto la cola del Belén, los paseos en burros y unos esbarizaculos por donde la fuente. De allí, hemos ido a comer a una pizzería de la calle Cádiz –“La Toscana”-, no ha querido saber nada del japo, dice que bastante comerá allí. La comida no ha estado mal, pero las he visto mejores; eso sí, el servicio agradable y atento. Luego hemos cogido el 40 en la Plaza de España y hemos ido a ver a mi tía y a mi prima. Me he alegrado mucho de verlas a ambas, las quiero, pasé mucho tiempo con ellas. Para ir al centro hemos pillado el 39, que nos ha dejado en la Plaza de San Miguel. Hemos subido por la calle del mismo nombre hacia Salamero para recoger el coche y al pueblico, a aprovechar, de nuevo el wi-fi del bar Laura. Unos vinos antes de bajar a la peña donde, los mismos “güitres” de ayer más Consuelo y Naza nos hemos metido entre pecho y espalda unos caracolicos y una parrillada de ternasco y panceta. Para postre, torrijas. Un limonchelo y a la cama. Me gusta Zaragoza, pero me canso. Me vuelvo mayor.



No hay comentarios: