Es una pena. Ignacio González pudo dar ejemplo de cómo los políticos empiezan a aprender la lección y recapacitan y corrigen sus decisiones cuando perciben que sus representados tienen una opinión nítidamente contraria. Pero no, González hubiera seguido adelante sin mayor problema pese a tener la certidumbre de que prácticamente nadie en Madrid quería semejante medida. Simplemente, no pudo conseguir que los jueces se plegaran a sus deseos.
Bueno, pues es posible que los madrileños sí hayan sacado sus propias lecciones.Que crean la paralización tiene que ver también con las sucesivas mareas blancas y con la voluntad de luchar. Y que consideren imprescindible aclarar si la privatización de los hospitales figurará entre las propuestas del señor González cara a las próximas elecciones autonómicas. Para que sepan exactamente qué es lo que están votando.
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