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lunes, 22 de septiembre de 2014

LA EMIGRACIÓN ESPAÑOLA A FINALES DE S. XIX Y PRINCIPIOS DEL XX


                    
Con objeto de dar a conocer los movimientos migratorios hacia Ámerica, sobre todo, inicio aquí un primer aspecto de la gran emigración que se desarrolló a finales del S.XIX y principios del XX.

 La emigración española en la era moderna se inicia en las décadas finales del siglo XIX y finaliza en la crisis del 1929. Casi 5,5 millones de españoles cruzaron el Atlántico para “hacer las
Américas”. Las razones de este flujo hay que buscarlas en la presión demográfica
debida fundamentalmente a las mejoras de la alimentación y de la sanidad que redujeron
la mortalidad, en el éxodo rural impulsado por la modernización de la agricultura que
comportó una drástica reducción de la utilización de mano de obra agraria, y en el
insuficiente desarrollo industrial español, incapaz de absorber estos excedentes.

  Los destinos preferidos eran Argentina, Cuba y Brasil, en ese orden, pero también salieron importantes contingentes hacia otros destinos -EE.UU, por ejemplo-. Es menos conocida la importancia de la emigración española a Argelia, a donde llegaron casi medio millón de hombres y mujeres levantinos en medio siglo, provenientes principalmente de Alicante y Murcia.

Las grandes oleadas de emigración se vincularon directamente con la expansión del mercado de trabajo dentro del propio país y, luego, en el ámbito internacional. Los emigrantes buscaban información sobre el diferencial salarial de un país a otro, formulando sus decisiones y sus riesgos racionalmente. Sin embargo, la decisión de abandonar su país siempre implicaba peligros, como se constata de manera demasiado frecuente hoy en día. Los emigrantes españoles a América, por ejemplo, sufrían una alta morbilidad durante el viaje trasatlántico, en especial los niños de menos de diez años, de los cuales cerca del 1% falleció a principios del siglo XX en el trayecto marítimo.
Evidentemente, el trato recibido por los emigrantes españoles que llegaban a diversos países de Latinoamérica fue diverso, pero en términos generales no existieron barreras a su entrada y los recién llegados pudieron obtener la nacionalidad con notable facilidad. Conviene recordar las consignas de los destacados políticos e intelectuales argentinos del siglo XIX, Sarmiento y Alberdi, que hicieron famosa la expresión: 'Gobernar es poblar'. La emigración era concebida como factor fundamental de progreso, que ayuda a explicar por qué tantos españoles emigrados llegaran a ocupar posiciones tan destacadas dentro de las sociedades latinoamericanas.
Tras la efímera flota levantada por el Marqués de Campo en la década de 1880 (desaparecida a su muerte en 1889), las navieras españolas más destacadas de estas décadas migratorias fueron la Compañía Trasatlántica Española, con sede en Barcelona, fundada en 1881 por Antonio López y López, Marqués de Comillas, sobre el inicuo favor del gobierno de Sagasta; la Pinillos e Izquierdo y la A. López, de Cádiz; y las compañías anglo-bilbaínas: la Ybarra, en Sevilla, y la Sota y Aznar, en Bilbao.
La mayor parte sin embargo de los emigrantes españoles a América (en torno a los dos tercios del total) fueron transportados por navieras extranjeras —la “Mala” Real Inglesa (The Royal Mail Steam Packet Co), Cunard, Compagnie Générale Transatlantique, Societé Generale de Transports Maritimes a Vapeur, Hamburg-Amerika Line y Hamburg Sudamerikanische (“las hamburguesas”), La Veloce, Lloyd Italiano, Lloyd Austro-Americana, Sociedad Gio, Compagnie Generale de Navigazione Italiana, debido a que sus flotas eran más modernas, sus rutas más directas y menor el tiempo de espera para el embarque (La emigración española en América, Fundación Directa).

1 comentario:

Unknown dijo...

Muy buena me super ayudo mil...
Gracias.. :3 saludos... ^: