BALDOMERA DE LARRA
VETORET
Fue la hija pequeña del periodista y escritor romántico Mariano José de Larra. Baldomera nació tras la separación de Larra y
Josefa Vetoret, su esposa y tenía 4 años
cuando acaeció el suicidio de su padre, como consecuencia del rechazo de su
amante Dolores Armijo. Baldomera creció junto a sus hermanos Luis Mariano
(afamado libretista de zarzuelas) y Adela, la que sería amante del rey Amadeo
de Saboya.
Sus relaciones con el afrancesado médico de la Corte Carlos
de Montemayor sirvieron para introducir a su hermana en la casa real y que el
rey se fijara en ella, convirtiéndola en su amante. Baldomera se casó con el
médico y tuvo varios hijos, pero, a la llegada de Alfonso XII, Carlos huyó a
América dejándola en una situación económica precaria, lo que le hizo agudizar
el ingenio para sobrevivir. En un pequeño local de la calle Madrazo, antigua de
la Greda, montó un negocio de préstamos al que llamó “La Caja de las
Imposiciones”. Ante el éxito del negocio tuvo que mudarse a otro mayor en la
plaza de la Paja.
Baldomera recogía los depósitos e iba pagando intereses de los mismos con
puntualidad extrema. Es lo que se conoce como negocio piramidal: con el dinero que unos ponen, se van pagando los
beneficios de otros que invirtieron previamente . Si ingresabas mil reales, te
llevabas en el momento 333, ya como intereses, y otros tantos cada 30
días. La bola piramidal crece
infinitamente hasta que sus fundadores , en este caso Baldomera, consideran que
ya tienen una fortuna acumulada suficientemente jugosa (unos 22 millones de
reales) y huyen sin dejar rastro. Pero, un buen día decidió volver abrumada por
su cargo de conciencia. Fue juzgada y condenada a 6 años de cárcel, pero entre
recurso y recurso, entre tribunal y tribunal, que si recogida de firmas…en 1881
quedó absuelta. Parece ser que, tras esto, salió rumbo a América y murió allí en 1915.
Su
hermana Adela, al verse abandonada por el rey por la llegada de su esposa, intentó chantajearlo con la publicación de
las cartas amorosas escritas por éste, pero el asunto se resolvió al más puro
estilo siciliano: dinero y pasaporte.
1 comentario:
Los genes no siempre se trasmiten. Aunque puede que la vena de genialidad si.
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