El caserío de Jimena de la Frontera se dispone triangularmente desde los arrabales de "El Castillo" -así es como lo llaman los pobladores de la localidad- hacia las llanuras del río Hozgarganta, por la ladera SE. El resto de laderas del cerro de San Cristóbal es más escarpado y, condiciones topográficas, geológicas y económicas, impiden la construcción. Las calles son variadas, largas y rectilíneas con pendiente suave, como la C/. Sevilla; cortas y estrechas; mixtas y más o menos llanas. Algunas bajadas hacia la zona llana son muy abruptas -20% de pendiente- y suelen tener lo que en Jimena llaman "embarraderas", bancales que facilitan el descenso -o ascenso- a los peatones a sus viviendas -en la imagen de abajo, a la derecha, MJ está sentada en la "embarradera" que hay junto al hostal-restaurante "El Anón", en la calle Consuelo. Por cierto, "anón" es el nombre científico de una especie de chirimoyo, frutal que se está imponiendo en la zona en detrimento del naranjo que está perdiendo fuelle debido a la competencia marroquí, según nos informaron. La calle en la que aparezco es San Sebastián, sube a la fortaleza y, como podéis apreciar, está muy adornada. La torre-campanario que aparece en dos ocasiones -día y noche- está en la Plaza de la Constitución. Se trata de la edificación que pudo salvarse de la iglesia de la Coronada, el resto fue derribado por motivos de seguridad.
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