Un autobús cayó desde el Puente de Piedra al río Ebro y fue a parar al denominado Pozo de San Lázaro. El autobús pertenecía a la empresa Ortiz, fletado por una agencia de viajes de Barcelona para transportar inmigrantes. La causa del accidente parece que fue la velocidad del vehículo al entrar en el puente y que, junto a la humedad, causó el derrape, el choque contra el pretil y su caída al río. De hecho, el autobús (que hacía la ruta Barcelona-Badajoz llevando trabajadores españoles en Suiza de vuelta a casa por navidad) cayó en el lado noroeste del puente de Piedra donde se pudieron rescatar con vida a 42 personas. Hubo un muerto, el conductor, y nueve desaparecidos.
En el rescate del autobús participó el regimiento de Pontoneros y el cuerpo de bomberos que rescataron a los pasajeros, tras dos horas encima del autobús. Al intentar sacarlo del agua, se partió la sirga que conllevó que el autobús fuera arrastrado por la fuerte corriente y terminara dentro del Pozo de San Lázaro.
El autobús, años después, fue recuperado... bueno, más bien, el esqueleto del mismo.
El Pozo de San Lázaro debe su nombre a la proximidad de una leprosería –lazareto- que se construyó en el S. XIII y, desde siglos ha llevado fama de succionar personas, bueyes, carros, vírgenes...El Pozo es una sima artificial de unos 15 m. de profundidad que, según los expertos,como el catedrático de Arqueología de la UNIZAR Manuel Martín Bueno, podía haber sido una cantera de extracción de piedras para la construcción del puente, posiblemente en el S. I d.n.e.
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