Ayer martes, también nos levantamos temprano. El cielo
estaba despejado y, pese a un suave cierzo, la temperatura llegó a 20º. El día
estaba tan claro que pudimos observar el Moncayo con total nitidez. No habíamos programado nada, salvo que íbamos
a ir a ver a la Mari para darle el pésame por la muerte de mi primo José
Antonio y a saludar a mis primas Luisita y Pilar. Nada de esto pudimos hacer,
pues, aunque lo intentamos, no lo conseguimos. Mari no abrió y mis primas
estaban de viaje, así que nos fuimos al bar para emplear su wifi y poder colgar
lo que habéis podido ver. En el camino,
nos encontramos con José “Polito” -que acaba de ser abuelo por segunda
vez- paseando a su nieto mayor. Una vez en “El Chispas”, llegaron Fina y
Manolo, nos tomamos unas cañas y después nos vinimos para casa a comer unas borrajicas
y unas pechugas de pollo de campo a la
plancha, que estamos –yo no, claro- en la “operación traje de gitana”, aunque a
mí tampoco me vendría mal perder algún kilillo. Por la tarde, fuimos a Alagón a
dar una vuelta, a comprar lotería y
alguna cosilla que se nos olvidó ayer, además de todos los ingredientes
necesarios para hacer unas patatas a la
marinera hoy en la peña y así, ver al resto de güitres próximos. Volvimos con
la compra y, de nuevo, nos acercamos al bar a echar un rato con los amigos.
Vuelta a casa, cena, TV y cama.
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