Por esta zona nos movíamos -con más rapidez que ahora-.
En 1982, tres veinteañeros llamados, Gaspi, Antoñito y Juanito vivían en una unifamiliar de la población de Conil de la Frontera. La casa, propiedad de Juanito "El Fraile", la habíamos alquilado entre los tres, aunque Antonio daba clases en Vejer y Gaspar y yo en Conil, aunque en colegios diferentes. Gaspar y yo comíamos en los bares, la mayoría de los días en uno que no me acuerdo su nombre y que ya está desaparecido y nuestro plato preferido era la urta. Por aquel tiempo, la captura de este exquisito pescado era de tal magnitud que estaba tirada de precio y nosotros la comimos de todas las formas posibles. Cuando llegó junio y empezó la jornada continuada, nos íbamos a la playa de La Fontanilla a jugar a las palas y a darnos unos baños. Antonio llegaba un poco más tarde debido al desplazamiento. A partir del día 13 de junio empezó el Mundial de España, el del "Naranjito" y entonces, tras nuestro cotidiano deporte, comíamos en un chiringuito que había cerca de los restaurantes de toda la vida. Allí veíamos los partidos de fútbol de esas horas de siesta y luego volvíamos para casa para descansar, asearnos y escuchar música y leer, nuestra principal actividad. Cuando llegaba la noche, salíamos a dar una vuelta por el centro, concretamente a la calle Peñón, donde estaba -y está- el "Adán", un pub que había montado Quico Veneno y que tenía como encargado a un peculiar personaje llamado Juan de Dios. Fuimos unos privilegiados, pues éramos los primeros en escuchar las maquetas de Quico y de "Pata Negra". La juventud nos hacía aguantar hasta las tantas, pese a que a las 9 teníamos que ir al trabajo. ¡Qué tiempos!
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