LOS IRMANDIÑOS

Uno de los pocos episodios de la historia de España poco conocidos sucedió en Galicia en la segunda mitad del siglo XV. Se trata de la "Revuelta -o revolución- de los hirmandiños". Este término se empezó a utilizar por los historiadores del S. XX, aunque, en realidad significaba, "hermanos"; es decir, miembros de las Hermandades de marineros, campesinos, artesanos... Estos, debido a los abusos que los señores feudales de la época practicaban con la "gente común" se rebelaron contra los nobles y el clero superior, poseedores de las tierras y de todos los negocios, además de imponer un sistema de impuestos tan altos que eran incapaces de satisfacer. Fue pues, una revuelta social en la que tuvo mucho que ver la Santa Irmandade del reino de Galicia. En plena crisis feudal, la Corona apoyaba esta clase de acciones para así evitar que los levantiscos nobles consiguieran sus objetivos de aumentar el poder. El rey consintió en la destrucción de las fortalezas de los señores que quedaron literalmente arrasadas y el ejército irmandiño formado por campesinos en su mayoría, la pequeña burguesía, la baja nobleza y el bajo clero fueron apoderándose de casi toda Galicia. En 1469, un ejército de nobles al mando de Pedro Madruga, el Conde de Benavente y el arzobispo Fonseca, y el Conde de Lemos lograron vencer a campo abierto a los irmandiños al mando de Pedro de Osorio, pero no consiguieron asaltar las ciudades amuralladas, por lo que se vieron obligados a pactar y perder la mayoría de sus privilegios. Se acababa así, el sistema feudal de Galicia pasando a la de los pazos e hidalguía rural