Arco triunfal del comercio y la industria
1871, llegaba a Zaragoza el rey Amadeo de Saboya. Con motivo del reparto de premios de la Exposición Aragonesa de 1868, el rey incluyó la visita a Zaragoza dentro del recorrido del viaje que realizó por tierras catalanas y riojanas en la segunda quincena del mes de septiembre de 1871. La acogida que le deparó Zaragoza, a donde llegó el día 26 por ferrocarril, no fue hostil, pero tampoco entusiasta: no quedaba muy distante en el tiempo el levantamiento republicano de 1869, aunque antes de la visita del rey se hubiese dado, con fines propagandísticos, una amplia amnistía. Apoyado por los monárquicos y algunos diarios, contó con el silencio de los republicanos que no asistieron a los actos con el rey y el vacío de la aristocracia local. Asistió a la entrega de los premios de la Exposición Aragonesa, donde G. Borao leyó un discurso de apoyo de los monárquicos aragoneses; otros actos en su honor fueron un desfile militar el día 26, una cena en la fonda Fortis -en realidad "Cuatro Naciones", ya que Fortis era el apellido del dueño, un piamontés que había recalado en Zaragoza donde montó varios establecimientos diversos- promovida por el Casino monárquico, y la erección de tres arcos triunfales, uno sufragado por el ejército, otro por el Casino y otro por el comercio y la industria.
Aprovechando la ocasión, os dejo un enlace que ya ofrecí hace varios años, de los restaurantes, fondas, posadas y hoteles que existían en Zaragoza en el S. XIX:
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