UN PERSONAJE: JOSÉ Mª GIL ROBLES

Hace unos días comenté la relevancia del cedista José Mª Gil Robles en sus siete meses de Ministro de la Guerra. Lerroux le había dado este cargo el 6 de mayo de 1935 y, en ese período, promocionó a varios militares que terminarían teniendo un gran protagonismo en la inminente Guerra civil. Así,  el Estado Mayor Central estaría al frente de Franco; Mola volvió al servicio -había sido obligado a pasar a la reserva debido a su pasado- y se encargó de las fuerzas del Protectorado español de Marruecos; el general Fanjul fue nombrado subsecretario y se ascendó a general de brigada al coronel Varela. Hizo desaparecer del ministerio a los hombres afines a Azaña y restableció los Tribunales de Honor y la autorización del culto católico en los cuarteles. Al dimitir Lerroux por los asuntos del estraperlo y Nombela, siguió formando parte del gabinete bajo la presidencia de Chapaprieta, aunque sus ideas contrarias en cuanto a la economía, le hicieron dimitir en diciembre de 1935. Durante su ministerio, rearmó al ejército, lo dotó de cascos de guerra y proyectó la fábrica de aviones en Guadalajara, potenciando, además, la Fábrica de Armas de Toledo en la que trabajaban 350 obreros fabricando 800.000 cartuchos diarios. Tras la victoria del Frente Popular en febrero de 1936, se convirtió en Jefe de la Oposición, pero cada vez fue perdiendo más protagonismo al ser Calvo Sotelo el verdadero opositor a las fuerzas de izquierdas triunfadoras en las urnas por sus discursos radicales -Calvo Sotelo fue asesinado la noche del 12 al 13 de julio de 1936). Poco antes, Gil Robles huyó a Francia, pero fue expulsado y se refugió en Portugal desde donde encomendó a susseguidores que apoyasen a los sublevados, entregando los bienes de su partido a Mola.
Al finalizar la Guerra apoyó la causa monárquica y fue consejero de Juan de Borbón, intentando llegar a un acuerdo con el socialista Indalecio Prieto para instaurar una monarquía parlamentaria en lo que se llamó "Pacto de San Juan de Luz".
Después, su carrera política tuvo poca relevancia y se dedicó a la abogacía,
participando en casos de renombre como el de los asesinatos de abogados de CC.OO de Atocha. el caso Matesa, Reace. Proceso 1001...