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miércoles, 12 de diciembre de 2018

HISTORIAS DE LA PUTA MILI (6)

                                             Edificio donde estaba ubicado el Batallón de Ingenieros

El cuartel Fernando Primo de Ribera también llamado El Tempul, fue inaugurado en 1917 en lo que actualmente es la Plaza Doctor Antonio Valencia Jaén para ser la sede del Regimiento de Lanceros de Villaviciosa 6º de Caballería.
Las instalaciones fueron posteriormente asignadas al Regimiento de Artillería Antiaérea nº 74 desde su creación en 1939 hasta su traslado entre 1965 y 1968 al Acuartelamiento de Nuestra Señora de la Cabeza.
El cuartel pasó a depender de la Brigada de Infantería Motorizada 22 que junto a la 21 estaban adscritas a la División Mecanizada Guzmán el Bueno nº2 con Cuartel General en Sevilla.Las Unidades de la BIM22 con sede en Jerez fueron: Grupo de Artillería de Campaña 22, Batallón Mixto de Ingenieros 22, Grupo Logístico 22

En la compañía de radio -en la zona donde están aparcados los vehículos-, el capitán era buena gente, era de academia y no chusquero como otros o los sargentos, que la mayoría habían ascendido por haber estado en la "marcha verde" siendo cabos primeros. Recuerdo que un sargento, al enterarse de mi profesión, me insinuó si yo estaba preparado en física para "echarle una mano" en un examen que tenía que presentarse. Le dije que era de letras y ya no me molesto más. El brigada de la cía. era de El Puerto, de una familia conocida de aquí y tenía sus enchufes entre la tropa, su asistente, por ejemplo y el cabo furriel, que era primo de un torero famoso de la localidad -después de la mili coincidí alguna vez con ellos, por separado, claro está, pero todos nos acordábamos de esos días-. Los sargentos y brigadas solían utilizar algunos soldados para arreglarles el coche o hacer alguna que otra reparación en su casa. Era práctica habitual. Lo mismo ocurría cuando les tocaba cocina. No solía faltarles viandas de ningún tipo. Supongo que ahora estará todo más controlado. El comandante del Batallón era un facha redomado. Con frecuencia nos hacía registro de taquillas para ver qué libros o revistas teníamos en nuestro poder. Recuerdo que yo tenía los dos tomos de la Hª de España de Tuñón de Lara y refunfuñó un poco al verlos, pero pasé la revista. Una vez nos hizo una encuesta para ver qué periódicos y revistas queríamos que hubiese en la biblioteca. Cada unos se inclinó por unos o por otros ("Cambio 16", "Triunfo", "La Vanguardia", "El País", "Marca", "El Mundo Deportivo"...) y él nos sugirió que para contrastar opiniones deberíamos tener también otro tipo de prensa, como Fuerza Nueva, por ejemplo y ahí nos endosó el panfleto.

Las literas donde dormíamos eran de tres camas. No veas si te tocaba la de arriba. Los váteres eran una porquería, de los de agujero y, al lado del cuerpo de guardia estaba el calabozo, ni la mazmorra más cutre de la edad media estaba más sucia que ese lugar, que, era raro que no estuviese ocupado todos los días por algún que otro "revoltoso". La comida era asquerosa, casi peor que en el campamento, que ya es decir. En algunas ocasiones especiales teníamos un menú de "lujo", que solían ponerlo cuando menos gente había en el cuartel.

Mañana más.

5 comentarios:

Teresa dijo...

Recuerdo que leí los "tuñones" con mucho interés porque su visión de España no tenía nada que ver con la que nos habían enseñado en bachillerato.

J.I.D. dijo...

Eran los mismos ejemplares, Teresa.

Teresa dijo...


Aún los tienes?

J.I.D. dijo...

¿Has oído que lo de prestar libros es de tontos y de más tontos el devolverlos? Pues eso me pasó a mí; ahora, mi "venganza" fue quedarme con los 2 volúmenes de los atlas históricos. Así que quedamos más o menos en paz.

Teresa dijo...


Es impresionante como el tiempo cambia los recuerdos.