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miércoles, 13 de marzo de 2019

EL PALACIO GRANADINO DE CARLOS V


Manolo y Fina no paran de hacer excursiones desde su estancia en Roquetas de Mar (Almería). Han estado por las Alpujarras, por el Cabo de Gata, por Granada...Ayer me llamó Manolo desde la capital, en concreto, desde el mismo centro de la ciudad: la plaza del Carmen, donde se encuentra la sede del Ayuntamiento. Le indiqué algunos bares que había por esa zona (por la calle Navas, por ejemplo) y, me dijo que tenían poco tiempo, pues por la tarde, subían a la Alhambra y el Palacio de Carlos V. Mandó  una foto del patio circular de este edificio de planta cuadrangular (no la de abajo)

Yo siempre he criticado que es un pegote, un capricho del emperador para mostrar su poder y que no debería estar en un espacio tan singular como es el recinto musulmán y menos mal que no se completó como se había previsto inicialmente, pues el impacto hubiese sido mayor. Pero ahí está. Reconozco que es una verdadera obra de arte renacentista que se le antojó a Carlos tras casarse en Sevilla con Isabel de Portugal en 1526 y visitar posteriormente Granada.


El Emperador decidió construir el Palacio al estilo "romano", probablemente influido por el propio Gobernador de la Alhambra y Capitán General Luis Hurtado de Mendoza, cuya familia jugó un importante papel en la recepción de la cultura italiana en Castilla, aunque el modelo del palacio pudo ser sugerido por Baldasare Castiglione, amigo de Rafael y de Giulio Romano.
El proyecto original se debe a Pedro Machuca, formado en el círculo artístico de la Roma de León X, que dirige las obras entre 1533 y 1550, fecha de su muerte, dejando terminadas las fachadas excepto las portadas de poniente y mediodía. Le sucede su hijo Luis que realiza el patio circular, quedando suspendidas las obras durante 15 años por la rebelión de los moriscos de Granada en 1568.
En 1619 se completa la columnata alta del patio y continúan las obras hasta su abandono en 1637, sin cubrir de aguas el edificio.  El Palacio quedó inconcluso hasta que en 1923 Leopoldo Torres Balbás inicia un programa de recuperación del mismo con destino a museo, que culminará el arquitecto Francisco Prieto Moreno en 1958.
Del diseño general de la planta cabe destacar el empleo complementario de la Capilla octogonal, figura geométrica que viene a ser una segunda estructura centralizada del Palacio, de gran prestigio en el Renacimiento. Es notable, también el almohadillado de su fachada.

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