INFORMACIÓN SOBRE LOS COMERCIOS ZARAGOZANOS

En primer lugar, observamos un comercio que estaba en los porches, frente al Mercado Central y que vendía alforjas, horcas, talegas, capazos...Recuerdo que por allí estaba también "La Abarca Grande" y un almacén de comestibles que había cogados congrios secos, bacalaos...

La segunda imagen corresponde a la tienda textil que había en la calle Alfonso, muy afamada en su tiempo. Arriba se encontraba el Gran Hotel Elías Cequiel, que también ocupaba parte de la calle Molino (la de la izquierda).

Pasamos ahora a la más famosa pastelería de Zaragoza: "Fantoba", cuya decoración de Ricardo Magdalena no puede estar más acorde con los dulces que expende (o al revés). Antiguamente era un almacén de coloniales y, según se puede leer en su fachada, data de 1856. Está en la calle D. Jaime (o San Gil).

Seguimos con un establecimiento que nada tiene que ver con las tiendas anteriores. Si observáis bien,se trata de un establecimiento donde vende electrodomésticos y, sobre todo, televisores. Estáis viendo "Radio La Corona", situado en la margen izquierda del Ebro, entre la calle Sobrarbe y Sixto Celorrio, al terminar el puente de Piedra.

La siguiente corresponde a un establecimiento singular que podemos todavía observar en la calle Mayor, cerca de la iglesia de la Magdalena, un barrio multicultural y rojillo.  Carlos, el actual dueño, explica que el origen de la tienda data del año 1900 y que el padre de su abuela se dedicaba a fabricar caramelos en la antigua Calle Goterón. Más tarde, cuando falleció “heredó” el negocio su hija (la abuela de Carlos) trasladándose a la Calle del Gallo (también en Zaragoza) y, más tarde, a la Calle Cortesía. Llegaron a tener más de cinco tiendas, entre locales, fabricas de caramelos y de frutos secos pero actualmente sólo podemos encontrar una, situada en la Calle Mayor de Zaragoza. Fue desde siempre un negocio familiar que se dedicaba, y se sigue dedicando, a la celebración de fiestas o cumpleaños y está especializada en la venta, tanto a granel como al por mayor, de caramelos y gominolas. También es coleccionista de juguetes antiguos y utiliza parte de su escaparate para creaciones artísticas.

Por último, observamos el mostrador de nogal de una tienda sita en la calle Torrenueva y que de crío me encantaba entrar cuando iba con mi padre o mi abuelo a Zaragoza. Allí había todo lo que uno había soñado: lápices de todos los colores, bolígrafos, tizas, papeles, plumas estilográficas, plumillas, tinta, material de oficina...Era "La Reina de las Tintas". El nombre de la tienda proviene de una actividad que se realizaba en la trastienda. Mediante grandes pipas de agua y unos polvos milagrosas allí se fabricaba tinta, la Tinta Reina, muy popular en la época, se dejó de fabricar en 1940. En la actualidad es una tienda de ropa llamada "La Reina".