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martes, 30 de abril de 2019

LA GUERRA DE LOS 9 AÑOS




Irlanda e Inglaterra estaban en guerra. Las hostilidades habían empezado en 1593 cuando los grandes terratenientes irlandese Hug O´Neill y Hug O´Donnell reclutaron tropas mercenarias para enfrentarse a los ejércitos de Isabel I de Inglaterra. Al principio, O, Neill se puso de parte de los ingleses, pero cuando vio que la reina desconfiaba de él, ya que esta intuía que quería proclamarse Príncipe del Ulster, se unió a O´Donnell y atacó un fuerte inglés en 1595. 

Entre 1596 y 1598, los siguientes sufrieron dolorosas derrotas en la que perdieron la vida miles de soldados ingleses. La rebelión se extendió por todo el país. Sin embargo, las ciudades fortificadas permanecieron fieles a los ingleses y, pese a apelar los irlandeses el carácter católico, hicieron caso omiso y viendo la imposibiidad de atacar las fortificaciones por falta de máquinas de asalto, tuvo que desistir. En 1599, el conde de Essex desembarcó en Irlanda con 17.000 hombres y comenzó el avance desde el sur, pero numerosos contratiempos y batallas perdidas, unidas a las enfermedades de sus soldados y a su ineficacia, hicieron que cuando llegó al Ulster, tuvo que firmar una tregua que favoreció a O´Neill. Essex volvió a Inglaterra y, debido a su fracaso, fue ejecutado en 1601. Sustituido por jefes más eficientes, los ingleses sofocaron las rebeliones en Munster y derrotaron a los irlandeses. Los ingleses enviaron  más tropas que arrasaron el país y viendo la situación, en  el 1600, emisarios irlandeses pidieron ayuda al rey de España, Felipe III, y a cambio le ofrecían el trono de Irlanda.El resultado de estas negociaciones fue que estos 60 jefes reconocieron y juraron al Rey Felipe III como su propio rey. El monarca español aceptó y envió  Ahora contaban con el apoyo de los tercios españoles enviados por Felipe III que habían desembarcado en el sur de Irlanda: unos 3.500 soldados en Kinsale, el 1 de octubre de 1601, y otros 650 en Castlehaven. Los ingleses, enterados del plan, avanzaron y derrotaron a los irlandeses en la decisiva batalla de Kinsale. Esperando impacientemente a que Felipe III armara una nueva flota para volver a Irlanda, el mayor líder de la revuelta, el príncipe O´Donnell, muere en Simancas, justo antes de entrevistarse por el rey, probablemente asesinado por un espía Los escritores irlandeses convertirían su vida en leyenda, convirtiendo al joven Red en el modelo de caballero gaélico por excelencia, noble, valeroso y patriota… El Cid irlandés.



Sus restos fueron trasladados a Valladolid siendo enterrado en el desaparecido convento de San Francisco, lugar en donde falleció Cristobal Colón. Finalizó así uno de los más importantes capítulos de la lucha por la independencia de Irlanda, escrito a sangre y fuego en su tierra y finalizado tan cerca de nosotros, en Simancas. Después de la derrota muchos irlandeses abandonaron su país y se dirigieron hacia España, no solo porque era la gran rival de Inglaterra, sino porque también consideraban, de acuerdo con los mitos recogidos en el Leabhar Gabhála, que sus ancestros gaélicos procedían de Hispania. En el libro, "the Battle of Kinsale", se recoge tanto la historia de la batalla como las trascripciones de los documentos y las cartas que se intercambiaron entre el Rey (escritas por su secretario escribano) y otros muchos caballeros.The-Spaniard-Kinsale Numerosos carteles en la comarca recuerdan la gesta de la “Spanish Armada”

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