No, no es un cuadro -aunque lo parezca- es la triste imagen de una realidad que de vez en cuando -ahora con el buen tiempo, con más frecuencia, de la llegada de inmigrantes a las costas de Cádiz y otras zonas de Andalucía. La patera en la playa de Cortadura, a las afueras de la ciudad en dirección San Fernando, nos transmite el drama que sufren en África muchos de sus habitantes. A algunos se les tendría que caer la cara de vergüenza cuando se refieren a ellos, prácticamente como oportunistas, que quitan el trabajo a los españoles, que nos cuestan un pastón en los centros de acogida, que vienen sin papeles, que si se ahogan ya sabían a lo que se exponían...y luego son católicos confesos que se dan golpes de pecho y critican con vehemencia a los aconfesionales y defensores de los derechos humanos. Sepulcros blanqueados.
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