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jueves, 27 de junio de 2019

EL ZOOLÓGICO DE LA ALJAFERÍA


El palacio de La Aljafería de Zaragoza fue ordenado construir por al-Muqtadir, segundo monarca de la dinastía de los Banu-Hud, tras la reconquista de Barbastro en el 1065. Llamó a la grandiosa y lujosa edificación Qasr al-Surur o Palacio de la Alegría. Es la única construcción fortificada que se conserva de la arquitectura islámica hispana durante el período de las Taifas.

Entrada al Salón del Trono

Sobre él ha habido, a lo largo de los tiempos, muchas leyendas, pero un hecho que sí es real sin lugar a dudas es la existencia de un zoológico en sus instalaciones. Los musulmanes fueron trayendo fieras y otros animales (osos, lobos, perros, pavos reales...y, sobre todo, leones). Tras la conquista de Saraqusta por Alfonso I "El Batallador" en el 1118, la casa de las fieras se mantuvo, además, con especial mimo hacia ella.

Durante el reinado de Jaime II, se sabe que los leones eran alimentados con caballos y seguían siendo los más cuidados del conjunto de animales. Pedro IV "El Ceremonioso", pese a la crisis que padecía la corona en aquellos tiempos debido a la peste, seguía preocupado por el estado de sus leones, pues se habían muerto 5 sin saber la causa e hizo que les quitaran la piel para investigar sobre las causas de la mortandad. Parece ser que por esta fecha se celebraban peleas públicas entre leones y toros. Juan I "El Cazador", por su parte,  ordenó que si las leonas se quedaban sin leche para alimentar a sus cachorros, estos fueran alimentados con leche de cabra. A veces, se regaba un león a una persona regia y otras, cuando un león moría, el monarca aragonés de turno exigía como regalo otro felino.

                                  Dibujo del palacio de La Aljafería de finales del siglo XVI

Pero, ¿quiénes eran los cuidadores de la casa de las fieras? Según una ordenanza del Ceremonioso, sería  una familia judía destinada al efecto, que vivía en el palacio y que iba transmitiendo esta ocupación generación tras generación, llegando algún leonero a ser importante figura. El resto de la judería era quien pagaba con sus impuestos el mantenimiento del zoológico. Hasta que, tal día como hoy de 1461, el rey Juan II, padre del futuro Fernando "El Católico", eximió a los hebreos de esta contribución al sustento animal.

No cabe duda del amor de los monarcas aragoneses por los leones como signo del poder real y hay quien duda que este símbolo provenga de la breve estancia (y posesión) de Alfonso VII de León en  Zaragoza. Lo cierto es que el Ayuntamiento ya usaba un sello con un león en 1134.

J.I.D.



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