De 1412, el valenciano Vicente Ferrer, portavoz de todos los representantes aragoneses, valencianos y catalanes participantes en el Compromiso de Caspe, hacía público el nombramiento de Fernando de Trastámara (o de Antequera) como rey de la Corona Aragonesa.
He aquí el acta notarial:
Acta notarial original de la elección unánime de Fernando de Antequera como rey de Aragón por los nueve compromisarios de Caspe. 28 de junio de 1412. En ella puede leerse la proclamación: publicamus quod Parlamenta predicta et subditi ac vassalli Corone Aragonum fidelitatis debitum prestare debent et tenentur illustrissimo ac excellentissimo et potentissimo principi et domino: domino Ferdinando, infanti Castelle, et ipsum dominum Ferdinandum in eorum verum regem et dominum habere tenentur et debent, cuya traducción es: 'publicamos que los parlamentos nombrados y los súbditos y vasallos de la Corona de Aragón deben y están obligados a prestar fidelidad al ilustrísimo, excelentísimo y potentísimo príncipe y señor don Fernando, infante de Castilla, y que al mismo don Fernando deben y están obligados a tener y reconocer como su verdadero rey y señor'.
Fernando había salido de Antequera con destino a Sevilla el viernes 3 al 14 octubre de 1410 y realizó 6 escalas; en 1411, de Sevilla se dirigió a Valladolid el 14 enero, llegando el 2 de abril parando 5 veces. De Valladolid, una vez puestos al día sus asuntos en sus posesiones, se trasladó a Ayllón (Segovia) entre junio y julio. Salió de allí hacia Cuenca a principios de noviembre y, a finales de diciembre llegó. Allí permaneció hasta la primera semana de julio llegando a Zaragoza, realizando 5 escalas, a principios de agosto. El dos de septiembre de 1412 juró el cargo ante las Cortes.
Para algunos autores catalanes, Jaime de Urgell, uno de los candidatos, debería de haber sido elegido, pues la elección del castellano fue negativa para Cataluña. Sin embargo, no tienen en cuenta que la plutocracia catalana deseaba el apoyo castellano para superar la crisis económica en que se encontraban y las amenazas que sufría el imperio mediterráneo de la Corona de Aragón.
Para otros autores, fue un acierto, pues se consolidó la monarquía hispánica que daría sus frutos años más tarde con Fernando II de Aragón ("El Católico").
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