1931, se clausuró en Zaragoza la Academia General Militar.
El general africanista Francisco Franco fue nombrado el 14-III-1927 miembro de la comisión preparatoria de la Academia Militar. Para ello, viajó a Zaragoza el 1 de diciembre del mismo año, siendo designado director el 4-I-1928. A partir de ese momento, y para seguir de cerca las obras de edificación del centro, se instaló provisionalmente en el cuartel del Carmen y comenzó a elegir el cuadro de directivos y otros profesores. En julio, presidió el tribunal de examen, celebrado en el zaragozano Grupo Escolar «Joaquín Costa», que seleccionó a 215 de los 785 aspirantes a la carrera militar. El 3 de octubre comenzaron las clases, aunque la inauguración fue el 5, con la presencia del dictador Primo de Rivera. Hasta su instalación en la vivienda de director de la Academia, vivió el matrimonio Franco en la calle Costa y, con ellos, además de su hija Carmen -nacida en 1926-, sus dos jóvenes cuñados, hermanos de Carmen Polo.
A pesar de que el trabajo le absorbía bastante y de su particular misantropía, Franco asistía con alguna frecuencia a reuniones y fiestas de la alta sociedad gracias a su amistad con Francisco Urzaiz y Leonor Sala -que años más tarde donarían las dos torres nuevas del Pilar-, con los condes de la Salceda o con el interventor de Hacienda, López Ondé. De vez en cuando, cenabann en «La Maravilla», iban al teatro, al Pilar, o con compañeros y amigos, a cazar a los Monegros, cuando era temporada. Es decir, como cualquier otra familia de la alta burguesía zaragozana, en la que se encuentran perfectamente instalados, con bastante discreción. Las fotos del general las hacía siempre su fotógrafo de entonces en la calle Alfonso: Jalón Ángel y sus zapatos, en la calle de Don Jaime.
El año 1930, ya desaparecida la Dictadura, fue de una gran actividad para Franco, ya en perfecto rodaje la Academia. El 5 de junio, el rey Alfonso XIII y el general Berenguer presidieron la clausura; el 8 de octubre recibieron la visita del príncipe de Asturias, D. Alfonso, y el 26 la del ministro de la Guerra de la República francesa, M. Maginot (en la imagen), quien, a propuesta de Pétain, le impuso las insignias de comendador de la Legión de Honor por su actuación en Alhucemas.
Cuando, la noche del 12 al 13 de diciembre, llegaron noticias a Zaragoza de la "sublevación de Jaca", el general Franco se apresuró a ofrecer sus cadetes para ir a sofocar el intento; aunque por el momento no se le requirió en ese sentido, sacó sus fuerzas a la carretera para cortar, a la altura de Zuera, la comunicación Huesca-Zaragoza ante una eventual avanzada de los sublevados. En marzo de 1931, formó parte del consejo de guerra que juzgó a los compañeros de los fusilados Galán y García Hernández, y se decidió colegiadamente la condena a muerte (que no llegará a cumplirse) del capitán Sediles, cinco cadenas perpetuas y otras varias, así como seis absoluciones.
El 14 de abril de 1931 se proclamó la República -hacia la que Franco nunca ocultó sus escasas simpatías-, y, hasta el día 20, ondeó en la Academia la bandera bicolor, en espera de «recibir instrucciones por escrito del nuevo capitán general». El objetivo del cierre de la institución, se debió a la medida del gobierno de Azaña de ahorrar en gastos militares. El 26 de abril se anuló la convocatoria de ingreso en la Academia, lo cual se recibió con alarma en la prensa zaragozana. Cuando, el 30 de junio, apareció el decreto de disolución del centro, sorprendió a Franco y a los cadetes en el campamento base de prácticas de Canfranc, y en su discurso de clausura se manifestó públicamente contra la República. Azaña incluyó una nota desfavorable en su hoja de servicios; y cerrada la Academia, Franco se encontró en situación de disponible forzoso durante los siguientes ocho meses y vigilado constantemente hasta 1932, año en que fue destinado a Galicia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario