TURISMO VALDELAGRANENSIS

Ayer domingo la playa estaba a reventar. Los aparcamientos, a tope, pese a tener que pagar; los autobuses procedentes del interior de la provincia, de Jerez -ellos llaman a Valdela Jerez Costa-, de Sevilla, Córdoba, Badajoz...llenaban las calles adyacentes; los bares, con cola, sobre todo, las franquicias (100 montaditos, Tapaolé...); las heladerías, repletas...Parece que va un poco mejor que el año pasado, según hosteleros conocidos.
No hay nada mejor que sentarte en un bar del Paseo marítimo y ver pasar a la gente, sobre todo, por la tarde, mucha de ella achicharrada por el implacable sol cuando regresan para coger el autobús que les llevará de vuelta a su lugar de origen. Hay chicos y chacos, algún que otro joven y mucha, mucha gente de mi edad o más de mayor o menor envergadura. Las panzas descomunales de los hombres al aire y el chancleteo son dignos de observar, la celulitis femenina es también frecuente y, por supuesto, neveras, sombrillas, sillas y tumbonas, cubitos de los niños...El turismo en esta playa no es de mucha calidad y gasta poco, pese a lo indicado arriba. A los que veranean una quincena o un mes... se dice que son de las tres P: paseo, patatas y pipas. Hay que decir, por otra parte, que tres o cuatro establecimientos trabajan estupendamente con productos de gran calidady también están abarrotados, siendo imposible conseguir una mesa los fines de semana, pues las reservas las han hecho con días de antelación.

Así estaba ayer Valdela a las 3 de la tarde.