IRONÍA FINA

Desarticulada célula derrotista 

EL Ayuntamiento informó ayer en rueda de prensa de la detención de una peligrosa célula derrotista. Una acción combinada de las Leales Tropas Doceañistas y el Comando Joven 'Kiko Rivera' que, tras una discreta labor de vigilancia, lograron desarticular a este escurridizo grupo que tenía atemorizada a la población. La alcaldesa y sus concejales dejaron por un momento su principal ocupación -contar turistas- para dar la buena noticia de que Cádiz será a partir de ahora más Cádiz, si cabe.

Esta célula derrotista estaba muy activa últimamente, atentando con frecuencia contra la Sagrada Verdad Revelada del nacional-chauvinismo. En ese sentido, habían hecho bromas de muy mal gusto contra el diseño del Museo del Carnaval y contra su contenido (el pasodoble del vaporcito escrito en una escama de urta y el Teatro Falla hecho de miga de pan).

Además tenían intención de atentar contra la Exaltación de la Mantilla y también contra la sede del partido Placas&Pregones, y otras doctas instituciones. Una tragedia que ha evitado la eficaz acción de los cuerpos mencionados. Para ello resultó clave el dato de que ninguno de los derrotistas detenidos había salido nunca en la tele local O.C. (Obediencia Ciega), ni siquiera de refilón, lo que facilitó su identificación y posterior arresto. Al ser detenidos, los derrotistas comenzaron a cantar su himno "Oh, Cádiz, a cantarte no vengo aquí". Para despistar, lo que no impidió que fuera descubierto un zulo (antiguamente patinillo) donde se halló abundante material derrotista: contactos en el extranjero, resguardos de viajes y libros de gestión cultural.

Hábilmente interrogados, los derrotistas detenidos admitieron que nunca han salido en Semana Santa cargando un paso, ni siquiera con una escalerita haciendo fotos, que no les hacen gracia los coros de carnaval y que ninguno tiene camiseta del Cádiz C.F.

Así, hoy Cádiz tiene ya un futuro más tranquilo y más próspero: cautivo y desarmado el último bastión del derrotismo, las fuerzas casticistas han alcanzado sus últimos objetivos. El Pleistoceno sigue vigente.

Pepe Pettenghi en www.diariodecadiz.es.