El Monasterio de Yuste se encuentra en las afueras de la localidad cacereña de Cuacos de Yuste y fue mandado construir por los vecinos de La Vera en el S. XV para que sirviera de cenobio a los ermitaños de la zona, pasando, más adelante, a ser ocupado por la comunidad Jerónima. Para alojar a Carlos, se construyó un pequeño palacete anexo al edificio religioso, tanto, que su alcoba daba al coro de la iglesia, por lo que podía oír los oficios religiosos sin levantarse de su silla o de la cama, lo cual era un alivio dada su dolorosa gota.
Carlos llegó a Yuste el 3 de febrero de 1557 procedente del Castillo-Palacio de Oropesa, en Jarandilla, donde había permanecido huésped del conde Fernando Álvarez de Toledo hasta la finalización de las obras de sus aposentos junto al monasterio. Allí, dedicado a la lectura, a sus relojes y muñecos articulados y a sus copiosas comidas pasaba las horas sentado en una silla especial construída al efecto. También conoció allí a su hijo bastardo Juan de Austria, fruto de sus amores con la dama alemana Bárbara Blomberg.
Durante muchos meses, a Yuste acudieron muchos personajes de la corte en busca de consejos e influencias. Desde aquel remoto lugar, el aura del Emperador seguía planeando por las cortes de toda Europa.
En Yuste, su servidumbre quedó reducida a 50 personas que, en parte, se alojaban en los pueblos cercanos. La comunidad Jerónima del monasterio estaba integrada por 38 monjes.
Su relojero particular Juanelo Turriano (Giovanni Turriani) era, además, ingeniero hidráulico y construyó en los jardines del palacete un estanque que, a la postre sería el causante de la muerte del Carlos, pues sus aguas criaron los mosquitos que picaron al "César" transmitiéndole el paludismo que le ocasionaría la muerte el 21 de septiembre de 1558.
En la dirección de abajo podéis encontrar más información y algunas teorías de la elección de Yuste por el Emperador:
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