ELECCIONES

En varias ocasiones he criticado el "susanato" por diferentes circunstancias, sobre todo, por las condiciones en las que estábamos -y están- en la enseñanza. También por su carácter un tanto autoritario y egocéntrico y sus ínfulas de poder. De cómo consigue los votos rurales y mantiene a ciertos cargos de libre designación a que aporten un nº de votos mínimo para mantener el cargo. No me puedo quejar de la sanidad, de los profesionales, quiero decir, pues los servicios básicos son de pena. Habitaciones con tres enfermos, de cualquier dolencia, comida basura, galletas por un tubo, salas de espera a rebosar...
Sí tengo más razones para quejarme de la educación. Alumnado con 15 días sin profesor si se pone enfermo el titular, aulas pequeñas hacinadas, frío y calor, escasos medios económicos, envío de material que no se necesita y sin llegar el que, realmente, es necesario. Papeleos mil, control de la inspección, violencia en las aulas...En fin, que por higiene democrática, debería haber un cambio, pero las alternativas no son muchas que digamos: un, como dicen por aquí, "papafrita" del PP que no ha dado un palo al agua, sin carisma alguno  -y sin programa-; un tránsfuga que ha ido de flor en flor hasta recalar en Cs y que solo con mirarlo te entra la depre que transmite; una anticapitalista podemita que no ha cogido la tiza en su vida, pues ha estado dedicada al sindicato primero y, a la política europea y andaluza después y que ha tenido la habilidad de fagocitar a Izquierda Unida y un partido ultra que tiene más de antisistema que los propios antisistema, además de ser xenófobo, racista,clasista, franquista, antifeminista, homófobo y todos los epítetos que se le pueden poner a un supremacista. Así está el asunto en Andalucía. No menciono a los otros pequeños partidos que tienen oportunidad nula de formar parte del parlamento, aunque me merecen mi máximo respeto. ¿A quién votar?