En rojo, la zona mozárabe (cristiana) de Zaragoza, justo donde ahora está la plaza del Pilar y donde quizá estuviese la capilla o iglesia que menciona Aimonio y, extramuros, la actual Santa Engracia (Santas Masas). El recinto más pequeño correspondería a la ciudad romana (Caesaraugusta) y el mayor, al musulmán (Saraqusta).
Dejemos a un lado la tradición y, por tanto, la aparición de la Virgen a Santiago en un pilar y vamos a ceñirnos a la historia, pues no hay vestigio alguno de que el pilar se depositase en el S. I en algún lugar junto al Ebro.
Según todos los indicios, el cristianismo en Zaragoza (Caesaraugusta) estaba implantado en el año 254 d.n.e., como en Astorga (Asturica), León (Legio) y Mérida (Emérita Augusta). Así lo demuestra, por ejemplo, el epistolario de San Cipriano de Cartago en el que da cuenta de que las comunidades cristianas de esas localidades le piden consejos sobre varios aspectos del paganismo. De esta época es, también Lorenzo, martirizado en Roma. En el siglo IV aparecen las figuras de Valero, Vicente, Prudencio, Engracia y otros mártires. Algunas fuentes hacen mención a que, en esos siglos del final del Imperio romano, existían en Zaragoza cultos dedicada a Santa María y a las Santas Masas (Engracia y los XVIII mártires) y a San Felipe Apóstol, a Vicente y quizá a San Félix, San Millán... Estas creencias religiosas continuarían durante la época visigoda, destacando la presencia de Braulio e, incluso, en los años de dominación musulmana, pues estos permitían el culto a los denominados mozárabes en los templos existentes y solo prohibían la construcción de otros. Aimonio, monje francés del siglo IX. cita la "ecclesia Beatae Mariae semper Virginis" como depositaria de las reliquias de San Felipe tras su traslado, manteniéndose en el siglo X, ya como iglesia, la de Sancta Maria, la del obispo o catedral, y la de las Sanctas Massas, esta última, extramuros. En cualquier caso, no hay nada seguro, de momento, y no se puede hablar del culto a la Virgen de forma rotunda.
A partir del la Baja Edad Media lo trataré en otra entrada, pues a partir del siglo XII, los datos son ya más fiables una vez conquistada Zaragoza e 1118 por Alfonso I.
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