BLOG DIVULGATIVO

lunes, 19 de diciembre de 2011

STRA-PER-LO

Releyendo el libro de Benito Sebastián sobre Bardallur  me he detenido en la parte que habla sobre el estraperlo y se me ha ocurrido dedicar un post a esta fraudulenta forma de ganar dinero. El origen de este acrónimo está en un escándalo político ocurrido durante la Segunda República Española, producido como consecuencia de la introducción de un juego de ruleta eléctrica de marca "Straperlo", nombre derivado de Strauss, Perel y Lowann, apellidos holandeses de quienes promovieron el negocio, y que habrían aportado al acrónimo letras en cantidad proporcional a la participación en la empresa (otras versiones afirman que el término procede solamente de los dos primeros nombres –el propio Benito-) los cuales habían sobornado a altos cargos de la administración para instalar la máquina en algunos casinos españoles. La ruleta se paraba apretando un botón y la banca ganaba siempre que quería. Fue prohibida, pero el escándalo fue de tan grandes dimensiones que precipitó el final de la II República y el inicio de la Guerra Civil.
A partir de este asunto, la palabra estraperlo quedaría como sinónimo de chanchullo, intriga o negocio fraudulento. Así, por extensión, se denominó también estraperlo, durante la posguerra española, al comercio ilegal (mercado negro) de los artículos intervenidos por el Estado o sujetos a racionamiento –harina, pan, trigo, arroz, aceite, café…-(decretado por el régimen de Franco desde 1936 hasta 1952), recibiendo el apelativo de estraperlistas los que se dedicaban a tal comercio.
Estos personajes actuaban en las ciudades de la siguiente manera: Iban a los pueblos a comprar  productos durante varios días –arroz en Valencia, aceite en Andalucía…- El transporte solía ser el tren y utilizaban todos los recovecos habidos y por haber para esconder las mercancías pues los guardias solían requisar los artículos –aunque también había guardias corruptos-. Cuando iban a llegar a la estación de destino solían subir a lo alto del tren y desde allí arrojaban las bolsas a los familiares que estaban esperando. Esta práctica costó la vida a algunos estraperlistas despistados que no se percataban de la llegada de un túnel o de un puente. La mercancía se vendía a precios abusivos por las calles de la ciudad de forma clandestina.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Éste y todas las publicaciones anteriores que has hecho, es fruto de un buen trabajo selectivo y de un esfuerzo que te agradezco.

Aprovecho para informar que estoy leyendo un libro que, aunque no está referido a nuestro pueblo, ilustra los hechos de una época de la historia reciente.
Este libro está escrito por GERARDO IGLESIAS,(único político que, tras dejar la pólitica, volvió a su antiguo trabajo en la mina). Se titula "POR QUÉ ESTORBA LA MEMORIA" editado por Madera Noguera Editores. Lo adquirí en la sección de libros del Corte Ingles, me costó 22 euros.
Si alguien lo consigue y lo lee, espero no haberle desfraudado.