BLOG DIVULGATIVO

viernes, 23 de marzo de 2012

PROFESORES NO, TOREROS


 Seguro que habéis oído últimamente la expresión "poner en valor". Desde el politiquillo más insignificante hasta los altos mandatarios la usan como latiguillo constante. En realidad es un galicismo traducido de "mise en valeur".

Reproduzco en este post el pequeño artículo de  Luis Alfonso Iglesias de la columna “Crónica bufa” de la revista de CC.OO. “T. E.”

LA REAL Academia Española debería tomar medidas serias contra la expresión poner en valor. Sin ir más lejos, el ministro de Educación, Cultura y Deportes, José Ignacio Wert, anunció en su primera comparecencia parlamentaria el apoyo del Gobierno a "la puesta en valor de los toros como un bien cultural para resaltar los valores culturales, socioeconómicos y medioambientales de la fiesta nacional”.
Mientras pensamos acerca de los valores medioambientales del mundo taurino, por empezar por algo sencillo, parece que, en plena crisis, ni la tauromaquia ni la Iglesia católica se resienten de los recortes, quizás porque representan la tradición y la referencia, otra vocablo tan de moda. Sin ir más lejos, los profesores acostumbramos a mirar el calendario católico para planificar el calendario escolar. Si la Semana Santa se celebra, por ejemplo, en abril, ya sabemos que el trimestre se convierte en uno y trino y que la materia tiene que adaptarse
al tiempo que marca la tradición católica. Si el santoral establece que la fiesta de tu pueblo o ciudad sea a finales de septiembre, ya sabes que, tras comenzar el curso, hay que detenerse abruptamente, algo que ni siquiera es recomendable en el deporte, por aquello del conocido bíceps femoral. El pedagógico calendario francés resulta tan ajeno a los carpetovetónicos partidarios del cura Merino, como a Urgandarín la contabilidad, y lo acabamos pagando en aprendizaje, eficacia, eficiencia, y así vamos lentamente renunciando a la “funesta manía de pensar”, tan poco presente en nuestro egregio suelo patrio. En la referida comparecencia, el ministro Wert  dijo algo aún más grave: “la educación pública ha dejado de contribuir a la sociedad. Hay que centrarse en la calidad. Estoy convencido de que el primer cambio tiene que ser el de la mentalidad”. Toreros, no profesores, ese es el futuro tan pasado. Y, sobre todo, tradición, mucha tradición, ya sea apaleando asnos, maltratando toros o colgando del campanario a quien corresponda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Enhorabuena a los andaluces ¡no pasarán!