(Zaragoza, 28-IX-1910 - Roma,
11-VI-1980). Diplomático aragonés. Su larga carrera, en la que alcanzaría gran
prestigio y fuera, al morir, uno de los más veteranos, comenzó con los cargos
de secretario de embajada y cónsul en El Cairo, Washington, Perú y Suiza. Tras
ser nombrado ministro plenipotenciario y embajador en Guatemala en 1960,
desempeñó más tarde los cargos de embajador en Perú y Holanda. En 1944 ocupó el
cargo de encargado de negocios en la embajada española en Budapest. Desde este
puesto ayudó a más de 5.000 judíos a huir de Hungría durante la 2ª Guerra
Mundial concediéndoles visados españoles y salvándolos así de una muerte segura
en los campos de exterminio nazis. Cuando, en 1973, España entabla relaciones
diplomáticas con la China Popular, la sede de Pekín es encomendada a la
experiencia y discreción del embajador aragonés. Sus visitas a la capital
aragonesa fueron siempre tan frecuentes como entusiastas. La muerte le
sorprendió cuando desempeñaba, desde el 7-I-1977, el tan importante como
delicado cargo de embajador de España ante la Santa Sede.
Después de
su muerte fue reconocida internacionalmente su labor con distintos premios. La
ONU y el gobierno húngaro le rindieron homenaje, Israel le concedió el título
de "Justo de la Humanidad" y Zaragoza le hizo "hijo
predilecto".
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