Esta palabra de origen árabe ("as-sudd", la presa, la barrera) está asociada en la retina de todos aquellos que ya tenemos unos años. Ir al Azud de Pedrola -se llama así por la acequia que origina- era para los chavales un reto. Acostumbrados a ir al Pocico del tio Caño (mi abuelo) o a El Paso era pan comido, pero llegar al azud ("azul", decíamos) era una gran hazaña ciclista.También me lo pateé en mi juventud, sólo o con el Arturo, pero no era buen sitio para la pesca; creo recordar que yo, por lo menos, no pillé barbo alguno.
Cerca de él recuerdo una viña que, me parece que era del Antonio "El Macario". También fui a coger fruta por ahí cuando me "buscaba el invierno" con los Erruces.
(La foto es del fb de JMTP).
1 comentario:
Pues algunos eramos mas desafortunados y nos dabamos el paseo a pie, eso si, era para pasar el día, comida, la consabida tortilla de patatas, el ternasco rebozado y alguna que otra fruta que sorprendentemente se caia del arbol cuando la mirabas.
Dejarse deslizar desde lo alto, eso si con cuidado y pese a todo siempre había algún rasguño y en ocasiones algo mas.
La vuelta era siempre mas cansina.
En mi recuerdo eran d\'edas de familia.
Jorge.
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