Tal día como hoy de 1492, los Reyes Católicos firmaron el edicto -basado
en un borrador elaborado por el Inquisidor
General Fray Tomás de Torquemada- de expulsión de los judíos de la
Corona de Castilla. Fernando, haría lo propio en la Corona de Aragón. Todos
aquellos que no quisieran convertirse debían salir de Castilla y Aragón antes
del 1 de agosto. Mientras, se realizaría un control de las aljamas para impedir
la libertada de movimientos y efectuar el inventario y embargo de sus bienes.
La disolución de las comunidades
judías de Aragón debe entenderse como un proceso que se remonta a la
alteraciones y revueltas antijudíos de 1391. Entre los múltiples factores que
propiciaron el fin del judaísmo como religión tolerada podemos señalar:
a) políticos: unidad dinástica, control de la nobleza levantisca, culminación de la Reconquista, fortalecimiento de la soberanía y nacimiento del Estado «Moderno» monoconfesional;
b) religiosos: establecimiento de la Inquisición, polémica conversa contra los judíos, reforma religiosa, temor al proselitismo judío;
c) económicos: crisis financiera de las aljamas, expansión de la actividad productiva, pérdida de interactividad judía suplida por agentes conversos;
d) jurídicas: condición de «no naturales», configuración de la herejía como delito de lesa majestad.
a) políticos: unidad dinástica, control de la nobleza levantisca, culminación de la Reconquista, fortalecimiento de la soberanía y nacimiento del Estado «Moderno» monoconfesional;
b) religiosos: establecimiento de la Inquisición, polémica conversa contra los judíos, reforma religiosa, temor al proselitismo judío;
c) económicos: crisis financiera de las aljamas, expansión de la actividad productiva, pérdida de interactividad judía suplida por agentes conversos;
d) jurídicas: condición de «no naturales», configuración de la herejía como delito de lesa majestad.
El
éxodo se inicia bajo la cobertura armada
de Martín de Gurrea, señor de Argavieso. Los judíos
se decantan por un destino peninsular -Navarra (Tudela, Sangüesa, etc.)- o
ultrapeninsular -territorios mediterráneos (Flandes, Italia, Imperio Otomano,
Israel, etc.)-. La bitácora de éstos últimos la conocemos gracias a las nauzilatio (Zaragoza, Calatayud, Fuentes, Ariza y
Huesca) cuyas naos partirán de los puertos de Tarragona, Tortosa y Sagunto. De
los aproximadamente 10.000 o 12.000 judíos que vivían en el Reino, iniciaron la
diáspora entre el 50 y el 65 %, si bien debemos considerar el retorno de un
número considerable de los destinados en Navarra (hasta 1498) y en Italia
(entre 1495 y 1499).
Más información sobre el decreto de expulsión:
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