Paella con carabineros
La silueta del toro de Osborne y la mala sombra de una pareja de guardias civiles con capote y tricornio en el horizonte. Pura marca España. Un individuo vestido de torero ha entrado, pistola en mano, en el Parlamento español. Así, más o menos, comentaban en una televisión nórdica la fiesta aquella del 23-F. De nuevo se reflejan en los espejos deformantes del callejón del Gato los espantajos de nuestra tragedia nacional transformada en esperpento valleinclanesco.Si deseas leer el artículo completo de Moncho Alpuente en www.publico.es, pincha abajo:
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