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viernes, 25 de abril de 2014

LO SIGUIENTE

Como dice el maestro Antonio Burgos, han desaparecido los superlativos. Ahora nadie dice pesadísimo o feísimo, se dice “pesado no, lo siguiente”, “feo no, lo siguiente”. Es verdad que hay palabras que caen en desuso con la misma facilidad con la que aparecieron. Se perdió carroza para referirse a alguien  mayor. Hasta hace poco todo era a nivel de : para referirse a un grupo humano, a una profesión o a cualquier actividad se decía el pesadísimo a nivel de ,cuando en Cádiz el único  nivel  es el del mar. Aquello hizo furor y de manera sorpresiva ha desaparecido. Hasta hace poco se decía rayar por molestar, o dar la brasa por ser pesado. Decae también la expresión mundo mundial que introdujo Manolito Gafotas pero se dice  de algo importante que va a ser la mundial. También se ha introducido la expresión es de traca  relativa a algo  llamativo.  Hasta en el fútbol había palabras que ya no se llevan. Orsai, del inglés off side, ha desaparecido por el más certero fuera de juego. Está en declive  córner en beneficio de  saque de esquina. Ya nadie dice líbero, quizás porque esa misma actividad en el campo ya no la usan los entrenadores en cambio hay pivotes y trivotes, falsos nueves, carrileros, sala de máquinas, enganche y otras extrañas actividades cuya duración es probable que sea breve aunque no se sabe con certeza, de la misma manera que nunca se sabrá quién inventó la horrorosa expresión lo siguiente para sustituir al superlativo de toda la vida. El primero que lo dijo quizás fuera un genio, pero estoy seguro que el último fue un idiota, parafraseando a Juan Ramón Jiménez. Alguien pone en circulación una frase que  tiene éxito y se repite hasta la saciedad. Pasó con el espantoso “en Cádiz hay que mamar”, luego con la bilbainada “los gaditanos nacemos donde nos da la gana” y de allí al chabacano “la siento picha , no todo el mundo puede ser de Cai” que alguien pensó para poner en una camiseta y que tuvo  un recorrido mayor del esperado, eso por no hablar de   los perejiles y los chiquillos del Falla así como  toda una suerte de frases acuñadas y repetidas sin cuento y sin sentido. Por cierto,  la expresión Cai con la que los ajenos a la ciudad se refieren a Cádiz no se usa en la ciudad, aquí la gente  dice  Cadi, sin la zeta madrileña : lo de Cai se usó en una copla flamenca y tuvo éxito. Reivindiquemos el adverbio muy y  el sufijo ísimo que volverán al lenguaje cuando la moda del lo siguiente desaparezca,
Fernando Santiago en www.diariodecadiz.es.

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