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jueves, 6 de noviembre de 2014

PUEBLOS ARAGONESES



Trasmoz (Zaragoza)

¿Sabías que... Trasmoz es el único pueblo excomulgado de España?

Corría el año 1511 cuando el Abad del Monasterio de Veruela decidió propagar por el municipio una maldición convirtiéndolo en el único pueblo maldito conocido de toda España. 

Las leyendas sobre brujas y aquelarres han perseguido a Trasmoz (Zaragoza) a lo largo de los siglos. Ubicado en las faldas del Moncayo, a escasos kilómetros del Monasterio Cisterciense de Veruela, este pequeño municipio zaragozano ha estado siempre rodeado de un halo de misterio. Lo cierto es que actualmente es el único pueblo maldito y excomulgado de España y solo el Papa podría poner fin a esta situación que vive el pueblo desde hace cientos de años.

Corría el siglo XIII cuando la localidad fue excomulgada. Por aquel entonces Trasmoz era como una isla laica rodeada de todos los pueblos que pertenecían al Monasterio de Veruela. Según cuentan las leyendas, la actividad de las brujas estaba en aquellos años en su máximo apogeo y, entre los muros de su castillo, los aquelarres y todo tipo de actos paganos eran una constante.

Lo que sí está contrastado es que Trasmoz –actualmente con apenas 80 vecinos empadronados– impedía que el Monasterio de Veruela impusiese un control absoluto sobre el territorio como sí ocurría con el resto de poblaciones de los alrededores. Era independiente, por ejemplo, en el uso del agua, ya que la Corona le había otorgado una serie de derechos que le situaban en una posición más ventajosa que al resto de municipios. Además, hay quien señala que en su Castillo lo que realmente se hacía era acuñar monedas falsas que minaban los ingresos de Veruela. Y fue este compendio de razones las que llevaron a excomulgar al municipio por orden papal.

Muchos años después, ya en el siglo XVI, en concreto en 1511, el Abad del Monasterio de Veruela decidió propagar por el municipio de Trasmoz una maldición convirtiéndolo en el único pueblo maldito conocido de toda España. A la entrada del pueblo, una cruz con un velo negro, dejaba constancia de la maldición, en la que participaron todos los monjes del Monasterio con la lectura del salmo 108 del libro de los salmos.

«Danos tu ayuda contra el adversario, porque es inútil el auxilio de los hombres; Con Dios alcanzaremos la victoria, y él aplastará a nuestros enemigos». Un salmo que se usaba para maldecir a los enemigos y con el que quedó maldecido el señor de Trasmoz, sus descendientes y todo un pueblo. No hay otro lugar en España en el que se haya realizado un ritual de estas características. 

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