El primer día del año fue más o menos como cualquier otro día. Desayuno -tarde- y al bar. Unos vinos con algunos parroquianos y a comer. Había hecho unas manitas de cordero que se me agarraron un poco por culpa del fuego -y de descuidarme un poco-, aunque las pude arreglar y nos las zampamos chuperreteando los huesecicos que es donde está pegada la gelatina. las acompañamos con una ensalada mixta. Cabezada y a Zaragoza con Fina y Manolo. Esta vez tuvimos suerte y pudimos aparcar en la calle Costa. Bajamos por el Paseo de la Independencia hacia la Plaza de España y tomamos un café, como siempre, en el "Café Zaragozano". Calle Alfonso, San Gil, Mayor -por cierto, estaba cerrada la cervecería del mismo nombre- y Plaza Santa Marta.
En el "Marpy", creo que el bar más taurino de Zaragoza -los camareros van vestidos de pseudotoreros, las tapas tienen el nombre de matadores, cabezas de toros disecadas, ambundante cartelería, multitud de fotos...- nos tomamos unos torreznos recién hechos y una madejica. Curioso, las tapas estaban sin tapa; creía que sólo los fritos están permitidos sin cubrir. De allí nos fuimos a "La Viña" a tomarnos unos pinchos de ternasco y unas berenjenas. Esta vez, el pincho estaba mejor hecho y las berenjenas, como siempre, exquisitas. A MJ le gustaron mucho. De allí nos desplazamos a la calle 5 de marzo. Fuimos a tiro hecho a "El Calamar Bravo". Estaba atestado, pero logramos hacernos un hueco y nos tomamos un par de raciones de calamares, una sin y otra doble picante. Como estos calamares no hay ninguno en la capital. Son un verdadero manjar. Un café en el "Café Laurel" y para casa.
(Hay una colección de fotos de ayer que todavía no han llegado al correo, cuando suban, completaré el post).
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