La descarnada pugna por el poder en que se ha convertido el debate interno de Izquierda Unida proyecta una imagen de ruptura y marginalidad de la tercera fuerza política de ámbito estatal. Los cuadros de IU se desgarran entre los que quieren converger con la opción promovida por Pablo Iglesias y los que intentan mantenerse como una fuerza autónoma de la izquierda clásica.
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http://elpais.com/elpais/2015/01/30/opinion/1422647368_017166.html
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