LOLE MONTOYA Y HNOS. AMADOR

Si hay una voz que me haya cautivado en el último medio siglo (el primer disco de Lole y Manuel se grabó en 1975) es la de Lole Montoya. De entrada tiene “oído absoluto”, como Tragapanes, una cualidad que suele premiar a una de cada cien mil personas.
La verdad es que fueron tiempos de vino y rosas. A los pies de Lole dos jovencitos llamados Raimundo y Rafael Amador, a los que la Historia terminaría conociendo como Pata Negra.
El baile es de “El Breva”, una reliquia procedente de los catorce clanes herreros de Triana. Allí están muchos de los gitanos expulsados de su barrio por los años sesenta del pasado siglo.
A falta de decorados, otro regalo: el Salón de Embajadores de los Reales Alcázares de Sevilla.

https://www.youtube.com/watch?v=uknrz9t-iGs