José Mª Murga Murgategui "El moro vizcaíno" (Bilbao, 1827 - Cádiz, 1876).
Nació en Bilbao en el seno de una familia noble y se hizo militar en el arma de caballería. Tomó parte en las guerras carlistas, y fue destinado, ya como como comandante agregado, a la Guerra de Crimea. De su estancia allí viene su interés por el orientalismo y el mundo árabe.
Murga comienza a estudiar la lengua y cultura árabe, pero el no poder participar en la Guerra de África (1859-1860) produce en él gran frustración. Deja el ejército y se dedica a vivir la aventura de viajar por Marruecos vestido de moro con chilaba, un palo y un burro. Se hace pasar por moro y vive ejerciendo de curandero y sacamuelas.
De sus andanzas en Marruecos escribe un libro "Recuerdos marroquíes del Moro Vizcaíno". En una de sus muchas idas y venidas, pasa por Cádiz donde hace testamento en 1864.
En su testamento, Murga dice que no quiere misas por su alma, y dispone como quedaría su herencia dependiendo de quién de su familia le sobreviviera. Caso de no quedar nadie, parte de su fortuna iría al zapatero más longevo de Bilbao, cosa que no es de extrañar, ya que en su periplo por Marruecos sufrió úlceras en los píes de tanto caminar.
Murga comienza a estudiar la lengua y cultura árabe, pero el no poder participar en la Guerra de África (1859-1860) produce en él gran frustración. Deja el ejército y se dedica a vivir la aventura de viajar por Marruecos vestido de moro con chilaba, un palo y un burro. Se hace pasar por moro y vive ejerciendo de curandero y sacamuelas.
De sus andanzas en Marruecos escribe un libro "Recuerdos marroquíes del Moro Vizcaíno". En una de sus muchas idas y venidas, pasa por Cádiz donde hace testamento en 1864.
En su testamento, Murga dice que no quiere misas por su alma, y dispone como quedaría su herencia dependiendo de quién de su familia le sobreviviera. Caso de no quedar nadie, parte de su fortuna iría al zapatero más longevo de Bilbao, cosa que no es de extrañar, ya que en su periplo por Marruecos sufrió úlceras en los píes de tanto caminar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario