El 23 de febrero del año 1500, la Archiduquesa Juana, hija de los RR.CC., y esposa del hijo del Emperador austriaco Maximiliano I y de María de Borgoña, el Archiduque Felipe ("El Hermoso"), por aquel tiempo gobernador de los Países Bajos, empezó a sentir los dolores pre-parto mientras se celebraba un baile en la Casa del Príncipe de Gante, ciudad flamenca en la actual Bélgica. A las pocas horas (3 de la mañana del 24) nació un varón que sería bautizado con el nombre de Carlos en honor de su bisabuelo Carlos "El Temerario", último Duque de Borgoña. El neonato sería conocido en la Historia como Carlos I de España y V de Alemania, llegando a ser nombrado Emperador -electo en 1520 y coronado en 1530-.
El pequeño Carlos heredó de los Habsburgo el prominente labio inferior y de la Casa de Borgoña el prognatismo del maxilar, lo que le impedía cerrar la boca de modo completo.
Por diferentes circunstancias, su educación se llevó a cabo en los Países Bajos, teniendo como tutores a eminentes personajes como Adriano de Utrech y Erasmo de Rotterdam, entre otros. Hablaba en francés y chapurreaba el castellano y latín, a pesar del esfuerzo de sus maestros. Era poco dado al estudio y sus aficiones favoritas fueron la caza, los deportes y los torneos, además de la música -tocaba la espinela y el órgano-.
El 5 de enero de 1515 fue nombrado por los Estados Generales Señor de los Países Bajos.
Busto del joven Carlos, obra de Conrad Meit, que se conserva en el Museo de Gruuthuse de Brujas.
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