Una merindad era una división geográfica-administrativa de algunas zonas del norte de España, lo que hoy se conoce como partidos judiciales. Al frente de cada una de ellas estaba el merino, cargo administrativo de las Coronas castellanas y aragonesas y del Reino navarro que desempeñó su función durante la Baja Edad Media y la Edad Moderna. El merino tenía como misión resolver los conflictos ocurridos en su territorio, administrar el patrimonio real e, incluso, alguna función militar. También se encargaba de todo lo relacionado con las cosechas, el arrendamiento de suelo y de cobrar un impuesto -o multa- llamado caloña a los que cometían algún delito o falta. Podían ser nombrados por el rey (merinos mayores con amplia jurisdicción y territorio) o por el merino mayor para ayudarle en algunas zonas; a estos se les denominaba merinos menores. Un cargo similar era el de adelantado, pero éste término se aplicaba más en Andalucía y otras regiones del levante.
Hoy en día, con carácter histórico, se mantienen merindades en Navarra, Burgos -en la imagen-...Otro día hablaremos de ellas.
(Post realizado a petición de JMTP).
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