Impresionada por los refugiados, Europa se ha acordado de
que existe Siria, y en distintos países se empiezan a explorar fórmulas de
actuación militar. A la opinión pública le parece bien, pero le parecería mejor
si supiera en qué bando estamos, quiénes son los buenos y quiénes son los
malos.
Porque en este mundo maniatado por lo coyuntural, las palabras,
las ideas, son válidas para lo mismo. Vamos a bandazos, las contradicciones han
dejado de importar.
Recordemos: Bin Laden era de los nuestros cuando luchaba
contra los rusos en Afganistán. Sadam Husein fue de los nuestros cuando luchaba
contra los iraníes. Gadafi fue enemigo y amigo y de nuevo enemigo, así a
rachas. Y muchos otros ejemplos. El más gordo lo recordaba Ramón Pérez-Maura en
‘ABC’ hace un par de días. Jafet el Asad, el padre del actual presidente sirio,
fue un tirano tenebroso. Pues bien, en su funeral, en el año 2000, le
despedimos con honores de gran amigo. Y el representante español en aquellas
exequias fue Mariano Rajoy.
Ya ven, no hay principios, solo oportunismos. Sepan ustedes
que en esta temporada otoño-invierno Bachar el Asad es de nuestro equipo. Si
hay novedad les informaremos.
Iñaki Gabilondo
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