(Sic) De las películas que más me impresionaron, imposible olvidar "El acorazado Potemkin". A la salida -en una calle de la zona de Alésia- , incluso queríamos poner barricadas y tuvo que intervenir la policía. Durante mucho tiempo, sostuve que aquella película era para mí, la mejor de toda la historia del cine (...)
Fue al ver Der müde Tod (Fritz Lang, 1921) cuando comprendí sin la menor duda que yo quería hacer cine (...) Algo que había en aquella película me conmovió profundamente, iluminando mi vida. Esta sensación se agudizó con otras dos películas de Fritz Lang: "Los Nibelungos" y "Metrópolis".
A toda costa, Buñuel deseaba ser cineasta. El director de cine de origen ruso, afincado en París, Jean Epstein, había montado una especie de academia de actores y allí fue Luis a inscribirse. Durante dos o tres semanas estuvo aprendiendo, improvisando, pero no consiguió papel alguno. Fue más tarde, cuando Epstein rodaba Mauprat (1926), basada en la novela de George Sand, cuando Buñuel tuvo su primera experiencia cinematográfica, trabajando como ayudante de producción y actor (de extra como soldado y monje forajido). Durante el rodaje empezó a interesarse por la cámara. Buñuel iba a participar en la siguiente película de Epstein La chute de la maison Usher, pero tuvo un rifirrafe con Epstein y éste lo despidió por no querer Buñuel ayudar al director Abel Gance, ya que le parecía ramplón, además de no gustarle sus películas, aunque "Napoleón", le había impresionado. Este es el consejo que Epstein dio a Buñuel:
-Tenga cuidado. Advierto en usted tendencias surrealistas. Aléjese de ellos.
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