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miércoles, 2 de noviembre de 2016

DON QUIJOTE EN ARAGÓN (7)



Después leer la carta de Sancho a su mujer,  salen  al jardín a comer y estando en ello,  ven  acercarse a un hombre que se hace  llamar Trifaldín, el de la Blanca Barba, escudero de la condesa Trifaldi -en realidad es el mayordomo del Duque, el que también se  había hecho pasar por Merlín anteriormente-. Este personaje les dice que la condesa Trifaldi está esperando fuera y que quiere hablar con don Quijote porque le necesita  por temas caballerescos. Don Quijote y el Duque acceden a que entre y esperan su llegada.
Mientras todos están esperando a que la condesa Trifaldi haga su aparición, se produce una conversación entre Sancho, la dueña doña Rodríguez y la Duquesa en la cual, cada uno da su opinión acerca de si este tipo de mujeres tiene alguna función en este mundo o si simplemente sirven para adornar y para tener ocupado un puesto en la sociedad que luego no sirve de nada y lo único que hace es gastar dinero público con su mantenimiento.
Cuando la Trifaldi aparece, precedida de doce dueñas, pregunta si se encuentran allí don Quijote de la Mancha y su escudero Sancho Panza. Cuando don Quijote y Sancho se presentan ante ella, comienza a contarles su historia con  voz ronca y poco femenina:
La condesa Trifaldi había ayudado a una princesa, Antonomasia, hija y heredera del  rey Archipiela y de la reina Maguncia de Candaya, a conseguir el amor de un caballero llamado don Clavijo. Debido a su intención,Antonomasia se había entregado a don Clavijo y tenían intención de casarse.
Cuando la madre de Antonomasia se entera de que su hija se ha casado con un hombre de linaje más bajo que ella, se enoja tanto que, a los tres día muere. Un día después de su muerte aparece el gigante Malambruno, primo hermano de la madre de Antonomasia, en un caballo de madera y para vengarse de la muerte de su prima convierte a Antonomasia y a don Clavijo en estatuas de diversos metales. Y para culminar la venganza hace crecer barbas a todas las doncellas del palacio para vengarse así de la intercesión de la Trifaldi.
Una vez dijo eso y para que los allí presentes se lo creyeran se descubrieron la cara y mostraron cómo tenían todas unas barbas bastante considerables.
Después de contar la historia a don Quijote, le acabó pidiendo que,, por favor, fuese a luchar con Malambruno ya que éste había dicho que solo desharía el encantamiento en caso de que don Quijote de la Mancha fuese a luchar contra él. Cuando don Quijote acepta, la Trifaldi le dice que Malambruno había dicho que mandaría un caballo de madera, llamado Clavileño, el cual llevaría a Sancho y a don Quijote a donde se encontraba él, que estaba a 3.220 leguas por el aire y en línea recta sobre Clavileño. (Continuará)

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