Aunque todo eso ya lo esperábamos, porque solo los más enfermos de angélico optimismo confiaban en la moderación de este peligroso botarate. Pero dejen a este Ojo que resalte algún otro dato.
Por ejemplo, que su inminente secretario de Estado, Rex Tillerson, recibirá 150 millones de euros de la petrolera ExxonMobil, la empresa que presidía hasta ayer mismo, o que Gary Cohn, que será su máximo asesor económico se va a llevar más de 110 millones de Goldman Sachs.
Con semejantes personajes alrededor del magnate presidente, este enfermizo amante de los dorados y los tuits, es lógico y natural que los señores de los dineros anden locos de contento, dando saltitos de rana feliz. Así que no es de extrañar que la bolsa estadounidense registre récords históricos ante el futuro de leche y miel que les espera.
Los ricos lo tenían casi todo. Eliminen el casi.
J.M. Izquierdo.
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