EL UNDÉCIMO REY DE ARAGÓN

Alfonso III "El Franco" o "El Liberal" (1285-1291). Nació en Valencia en 1265 fruto del matrimonio de Pedro III "El Grande" y Constanza de Sicilia. Fue rey de Aragón y de Valencia, además de conde de Barcelona (Alfonso II) y del 1286 al 1291, rey de Sicilia. Alfonso ya había tenido cierta práctica del poder, especialmente al partir su padre a conquistar Sicilia (1282). Por encargo de su padre, se enfrentó a su tío, Jaime II de Mallorca, aliado de Felipe III de Francia, arrebatándole las islas de Mallorca e Ibiza (1285-1286) y, un año más tarde, ya coronado en la Seo zaragozana en 1286, se apoderó de Menorca que se encontraba en manos musulmanas. 

Los conflictos con la monarquía francesa y el Papa mermaron su poder y, presionado por la nobleza aragonesa, en 1287 concedió el Privilegio General de la Unión, por el cual prometía convocar anualmente, en Zaragoza, Cortes que serían las que designarían el Consejo del rey, y no proceder contra la Unión sin previa sentencia del Justicia del reino y del permiso de las Cortes. Si el rey obraba en contra de lo estipulado en este documento, los nobles podían “desnaturarse” (negar la obediencia y elegir otro soberano sin incurrir en nota de infidelidad). Esta condición dio motivo a Alfonso III a decir: “Que había en Aragón tantos reyes como ricoshombres”.

En relación con Castilla, tomó partido a favor de los infantes de la Cerda frente a Sancho IV, proclamando en Jaca a Alfonso de la Cerda como rey de Castilla, aunque posteriormente abandonó su causa. Tras liberar al heredero del trono francés, Carlos de Anjou (1287, tratados de Olorón y Canfranc), por el Tratado de Tarascón (1291) aceptó la salida de los caballeros aragoneses de Sicilia para dejar libre la actuación del Papado y de la Monarquía francesa.

Su matrimonio con Leonor de Inglaterra no llegó a consumarse. Alfonso murió en Barcelona el 18 de junio de 1291 cuando solo contaba 27 años. Dejó a su hermano Jaime, rey de Sicilia, los reinos de Aragón, Valencia y Mallorca, además del condado de Barcelona con la condición de que Jaime cediese Sicilia a su hermano Fadrique. En la actualidad, su sepulcro se encuentra en la catedral de la ciudad condal.

Dante Alighieri, en su "Divina comedia", menciona a Alfonso III junto a otros monarcas europeos, situándolos en las puertas del purgatorio y  culpándolos de la caótica situación en la que habían sumido Europa en el S. XIII.

(En la imagen, estatua de Alfonso III en Mahón (Maó) -Menorca-).