GUDEA
Estatuilla sedente de Gudea en el Museo del Louvre de París
Mientras los acadios controlaban Mesopotamia hubo un cierto renacimiento sumerio localizado en zonas del sur, detacando un lugar llamado Lagash, en las confluencias del Éufratres y el Tigris. Esta ciudad podría remontarse al 4000 a.n.e., pero será en en el II milenio d.C. cuando adquiera una notable importancia debido, sobre todo a uno de sus dirigentes más conocidos, Gudea (S.XXII a.n.e.). Pasada la dependencia de los acadios de Sargón, los soberanos de algunas ciudades sureñas, llamados también ensis o patesis (gobernadores y nunca reyes), alejados de la metrópoli, pagaron ciertos impuestos a los dominadores a cambio de cierta libertad, lo que aprovecharon para dedicar todos sus esfuerzos en mantener la prosperidad de la zona y embellecer sus posesiones con suntuosos templos, palacios, grandes edificios y obras públicas, además de dejar multitud de muestras de su arte en figuras talladas en piedras volcánicas llamadas diorita azul o dolerita negra. El principal protagonista de este resurgimiento,, en el que reinó la paz repercutiendo notablemente en la ciduad fue Gudea, el que más conocemos por sus célebres estatuillas sedentes con inscripciones cuneiformes y hábitos un tanto sacerdotales.
Pero los gobiernos de los nómadas son efímeros y los rudos guerreros gutios se asimilaron con los gobernantes y fueron absorbido sin dilación.
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