Como ya sabéis, mi hijo Nacho y su mujer Hyunjung viven en Corea del Sur, cerca de la frontera con la del Norte. Él no me cuenta gran cosa de cómo andan por allí, parece ser que están acostumbrados a este clima de tensión y la vida continúa con normalidad. Tiene un cuñado haciendo la mili y no creo que éste mantenga la misma actitud que el resto de la familia. Yo tengo las carnes abiertas solo de pensarlo. A ver si logro ponerme en contacto con él para que me cuente realmente la sensación que se respira y si hay movimientos extraños que desconocemos.
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