ACLARACIÓN

José Antonio Aparicio, autor de "1755 El  maremoto que viene" aclara que, aunque  los medios nacionales están difundiendo que los restos aparecidos en Cortadura y el Chato son parte de la calzada romana y que siempre han estado ocultos y  lamenta decir que es absolutamente incorrecto. Son restos de la reconstrucción de 1731 de la antigua calzada romana, de la que sólo se aprovechó el trazado y los materiales. Lo que vemos hoy es del S. XVIII y fue abatido por el maremoto de 1755. Todo está descrito en su mencionado libro . César Pemán ya referenció ampliamente los restos de este arrecife, aunque con algunos errores de interpretación y datación. Quiere decir que en 1941, estos restos estaban visibles y totalmente al descubierto. Los restos de la primitiva calzada romana están  más adelante, entre la Gallega y Torregorda.