LA CIUDAD INDÍGENA
Tres son las hipótesis sobre la primera población zaragozana, no existiendo, por tanto, unanimidad entre los arqueólogos e historiadores a la hora de determinar cuál y cuándo fue el origen de la íbera Salduie, actual Zaragoza. Una de ellas sostiene que las actuaciones arqueológicas practicadas en el solar y en el término municipal han sacado a la luz diferentes núcleos de aldeas de cabañas y que uno de ellos evolucionó hasta convertirse en un oppidum – poblado fortificado – entre los años 400-250 a.C., teniendo a los restantes como establecimientos satélites. La segunda hipótesis argumenta que el hábitat de la Edad del Hierro dio paso sin solución de continuidad al enclave ibérico, algo difícilmente demostrable por el momento dado que la secuencia arqueológica no muestra esa pretendida sucesión. En contraposición a las hipótesis anteriores, una tercera defiende la posibilidad de que, hasta el último tercio del siglo II a.C., existiera un poblamiento disperso con pequeños núcleos, momento en el que uno de ellos generó Salduie, que empezó a acuñar moneda de bronce.
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