Esta pareja de indigentes es muy conocida por esta zona desde hace años. Él ha cambiado un poco de aspecto -pelo y barba más larga y cana- y se desplaza en silla de ruedas -antes lo hacía con muletas-, pues le falta una pierna. Ella tiene trazas de ser más joven que él, pero le es fiel como un perrillo faldero. Suelen dormir en las entradas de los bancos donde hay cajero automático o donde haya algún pequeño techado -uno de los bancos donde se alojaban ha cerrado la puerta por motivos de seguridad-, pero, en realidad son inofensivos; eso sí, el hedor que desprenden se nota a distancia. Según la foto, han dejado Valdela y se han trasladado a Cádiz y aquí los vemos junto a la presentación de un último modelo de coche en un edificio que no identifico.
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